Ino de Ca'i Sebastián aprendió a "aparedar" con canteiros venidos de Galicia. Lo hacía muy bien, testigos hay que lo pueden corroborar. Lo que sigue es un pequeño ejemplo de cómo reparar una "barriga" en una pared siguiendo los principios básicos que él nos transmitió (y que reproducimos como podemos).
1. El problema: Estas piedras caídas son una simple avanzadilla ya que con las lluvias y el invierno, lo más probable es que un paño entero se venga abajo. De no poner remedio pronto el problema se agrandará y tendrá una solución más costosa.
2. Primer paso: limpieza: Como si de una herida se tratara, hay que descubrir la dimensión del problema, cuidando a la vez de no agravarlo.
3. Nada más importante que una buena base. No utilizamos aquí la técnica tradicional de aparedado a piedra seca pues sacamos partido a las características del hormigón.... pero con mesura.
4. La colocación de las piedras tiene unas reglas básicas: escogerlas bien y colocarlas mejor. Se trata de un Tetris en tres dimensiones. Es como si la pared estuviera pidiendo una piedra concreta y que esa piedra solo pudiera tener una posición; una posición para que encaje bien y que "no beba", esto es que su cara superior no esté inclinada hacia afuera, sino hacia adentro. Claro está que si además, de vez en cuando logramos colocar una gran piedra que vuelva a crear una buena base tanto mejor (y menos hormigón que hacer...)
5. Solo queda seguir pacientemente los sencillos principios antes expuestos...
6. Finalizada esta fase, "retacamos" bien el conjunto. Quiere esto decir que a presión introducimos pequeñas piedras y losas en los intersticios, a modo de cuñas que limitan la movilidad del conjunto. Finalmente, decidimos ocultar nuestro trabajo con una buena reintegración cromática, tierra y agua. Esto último no sirve sino para que los muchos ingenieros que siempre supervisan los trabajos ajenos pero son incapaces de llevar a cabo los suyos, hablen de nuestra heterodoxia y no de sus enseñanzas.
No es gran cosa, pero al menos aguantará este invierno y como él solía decir con ironía arrojando su gorra contra la obra terminada: "!Tente mientras cobro!"
12 comentarios:
!Que bueno el último párrafo!
!Cuando yo digo que la ironía es muy buen antídoto!
Ino como buen canteiro y además, por lo que parece, también de Ca´i Sebastián, debería haber tirado toda la pared y hacernos una demostración de buen emparedado. ¡¡Claro que si cobró y encima aguanta el invierno, hizo un trabajo fantástico!!.
Me ha encantado la última frase, pero también la explicación de la técnica de paredar. El otro día intenté iniciarme en ese difícil arte y no me lo permitieron, así que, ahora que tengo la teoría, no hay disculpa posible para llevarla a la práctica. Ya os mostraré los resultados.
Muy buena técnica la de Ino para no buscar más trabajo del necesario, ya de por sí complicado. Lo malo de estos arreglos es que después destaca mucho los fallos de la parte que estaba en pie.
María, en casa de El Xastre tenemos una pared de unos 5 metros para arreglar. Cuando quieras, puedes pasarte por La Viliel.la para aplicar la teoría.Y ya ajustaremos precio a según la dejes.
Aclaración para Jose de Mingo: no fue Ino quien hizo esta reparación, sino Milio; Ino fue quien nos enseñó, pero ya no hace nada.
Yo me escaqueé elegantemente... ツ
Aclarado, Carlos. Ejemmm....osease que el alumno siguió al pie de la letra los consejos del maestro Ino, pero los más cómodos, que en este caso sirvieron sólo para remendar la pared.
Confiemos en que aguante el invierno y muchos más inviernos.
Sí, Jose, y no le quedó mal, yo confío en que aguante, fue un buen remiendo.
Muy bien la lección de cantería. En los tiempos que estamos nos vendrá bien, ya que hay muitos purtiecthos que tapar.
Hola, muy bueno el brico, como bien dices ahora se aplica mucho el cemento, que ayuda un monton. Aun tengo en mi memoria a mi padre y a mi querido abuelo reparando una pared que tenemos debajo del corral en Laron, colocando las piedras como si de un puzzle se tratara, y aun despues de mucho tiempo ahi esta la pared resistiendo el paso de los años. Saludos!!!
quien fue, ¿Manolo o Benito? jajajaja
Buenísima la frase del final!
Muchos habéis señalado la gracia de la última frase, que forma parte de un relato más amplio en el que el alarife, ante la posibilidad de que el horno recién construido se cayera de nuevo antes de cobrar, deja a su socio con la labor de contención mientras pasa a cobrar... En nuestro caso, el maestro de obras pronunciaba estas palabras con mucha ironía, seguro de su obra.
Alarife, que palabra tan chula.
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