martes, 8 de junio de 2010

Esbiḷḷa de noticias: Un nuevo palabro "geocaching"

El  Comercio Digital nos informa hoy que "El 'geocaching' formará parte de la oferta de actividades de turismo activo de la comarca de Fuentes del Narcea. La mancomunidad turística de Cangas del Narcea, Degaña e Ibias ha decidido sumarse a la iniciativa regional 'La búsqueda del tesoro se implantarla en diversos espacios de los tres municipios."
!Degañeses (Ibienses también)! Cangas del Narcea y Moal nos han cogido la delantera, así que, una vez nos enteremos de qué se trata el palabro, habrá que ponerlo a prueba... o proponer en qué espacios ocultar nuestros tesoros. 
Dado que somos virtuales, propongo una búsqueda del tesoro virtual: ¿qué día se publicó en este blog una foto de un artilugio que algunos aventuraron podría ser un mini cachapo, y qué es en realidad?"

11 comentarios:

Xastre dijo...

El miércoles, 23 de diciembre del año pasado próximo.
Y digo yo: ¿por qué tenemos que llamarlo "geocaching"? ¿No hay palabras en español y en asturiano como "búsqueda", "gueta" o "rebusco/rebuscu" para denominar esta nueva actividad, adaptadas, si es menester, a este mundo virtual? Me niego rotundamente (como en otros asuntos) a usar el palabro ajeno y despreciar lo propio.
Y el artilugio en cuestión, que Milio no puso que era (¡qué jodío!), me parece una "tarabica", muy rara, eso sí.

Milio'i Sebastián dijo...

Totalmente de acuerdo, señor Xastre, no hay como envolver en una palabra inglesa una reactualización de un concepto para que "parezca" lo más moderno entre lo moderno... En este ciberfilandón ya he tratado de "cofilandonera" (siguiendo el modelo de compañero -cum pane-)a una querida bloguera... pero la palabra no ha gustado. Proseguiré en el empeño.

luisa dijo...

Sí, tenéis razón.

Cualquier palabro que provenga de los ingleses o de los franceses, resulta más "glamouroso" ( y lo uso a sabiendas ) que nuestras humildes palabras con las que el "pobrecito" Cervantes tuvo que trabajar.

De haberse escrito El Quijote en nuestros días, seguro que Sancho iría a los mandados de su señor haciendo "treking" y "running", auxiliado por un GPS, sirviéndose por las noches de una "antorcha outdoor", y, en su caso, con atuendo "waterproof". Eso sí, las chacinas, ni mentarlas, pues, fiel a su naturaleza glotonil, detestaría todo aquello de calificativo "light".

Lástima de Cervantes que no conocía el "pseudoinglés" que nos hace mucho más cultos en cualquiera de nuestros comentarios.

¡Tontez más absoluta"! que diría Forges.

Al margen de esto, la búsqueda del tesoro, parece divertida. Leí hace pocos días, en otro blog, que los del cole de San Antolín hicieron una actividad de orientación. A ver si buscando, buscando, en la próxima convocatoria se encuentran con alguno de esos legendarios tesoros que los moros han escondido por medio Ibias...

Carlos de Sebastián dijo...

¡Cuánta razón tienes, Luisa!
Yo propongo el término "geoayalga"

Milio'i Sebastián dijo...

Xastre, la fecha es correcta, hallado lo has, solo queda la explicación, porque lo de "ratón artesanal" es divertido pero no se corresponde con la realidad...
Luisa: con el tiempo algunas de esas palabras se incrustan en el idioma porque encuentran un hueco real y llegan a formar parte de nuestro tesoro (petimetre), si se adaptan a nuestra fonética no nos suenan extrañas, pero cuando son como las que mencionas, inútiles, !a la basura!

El chapras dijo...

Mi hija,juega al futbol en primera femenina,hace unos años cuando jugaba en alevin con niños,fuimos a jugar contra un equipo patrocinado por un colegio de pago,en las gradas estabamos separados el publico de los dos equipos,cada vez que le gritabamos al arbitro,fuera de juego, falta etc.etc inmediatamente nos contestaban los otros en ingles,y asi todos los partidos que nos toco con ellos durante 2 años.Se trataba de demostrarnos que nosotros ignorantes de un barrio marginal,aunque les ganaramos al futbol no teniamos cultura,ni eramos guais.

Carlos de Sebastián dijo...

¡JAJAJAJAJAJA! ¡Qué anécdota más buena, Chapras! No te preocupes, es mejor no ser "guay" (no te digo ya "ir de guay"...) que ser gilipollas. ¡Ah! y si la cultura se pudiera medir estaría por ver quién tendría más o menos porque renunciar a la propia lengua por una cuestión de "clase" no es que aporte mucha.
¡Cuánto babayu faltosu hay sueltu! jojojojojojo

Xastre dijo...

Lo que cuenta Chapras demuestra, además de lo que dice Carlos, que tener dinero para ir a un colegio de pago no garantiza en absoluto tener buena educación o saber qué es el respeto a los demás. Ni siquiera garantiza tener más cultura, por mucho inglés que sepan, lo que es más penoso aún. Se puede ser gilipollas en varios idiomas.

luisa dijo...

Es fenomenal, Chapras, da casi para iniciar un guión, además lo cuentas como si lo estuviésemos viendo, me he reido mucho.

Xastre lleva razón: se puede ser gilipollas en varios idiomas.

MARIA I. dijo...

Me gusta eso.... que se puede ser gilipollas en cualquier idioma
Cuento, que mas que verdad tal vez sea cuento, según mi abuelo, un tío suyo encontró un tesoro, en una finca y nos contaba donde había una cueva, y que decía que en esa cueva había un tesoro .... será verdad??

Milio'i Sebastián dijo...

Esto parece ser la carta que escribió una señora al programa de Luis del Olmo para que la leyeran en directo:
"Desde que las insignias se llaman pins, los maricones gays, las comidas frías lunchs, y los repartos de cine castings, este país no es el mismo: ahora es mucho, muchísimo más moderno. Antaño los niños leían tebeos en vez de comics, los estudiantes pegaban posters creyendo que eran carteles, los empresarios hacían negocios en vez de business, y los obreros, tan ordinarios ellos, sacaban la fiambrera al mediodía en vez del tupper-ware. Yo, en el colegio, hice aeróbic muchas veces, pero, tonta de mí, creía que hacía gimnasia. Nadie es realmente moderno si no dice cada día cien palabras en inglés. Las cosas, en otro idioma, nos suenan mucho mejor. Evidentemente, no es lo mismo decir bacon que panceta, aunque tengan la misma grasa, ni vestíbulo que hall, ni inconveniente que handicap... Desde ese punto de vista, los españoles somos modernísimos. Ya no decimos bizcocho, sino plum-cake, ni tenemos sentimientos, sino feelings. Sacamos tickets, compramos compacs, comemos sandwiches, vamos al pub, practicamos el rappel y el raffting, en lugar de acampar, hacemos camping y, cuando vienen los fríos, nos limpiamos los mocos con kleenex. Esos cambios de lenguaje han influido en nuestras costumbres y han mejorado mucho nuestro aspecto. Las mujeres no usan medias, sino panties y los hombres no utilizan calzoncillos, sino slips, y después de afeitarse se echan after shave, que deja la cara mucho más fresca que el tónico. El español moderno ya no corre, porque correr es de cobardes, pero hace footing; no estudia, pero hace masters y nunca consigue aparcar pero siempre encuentra un parking. El mercado ahora es el marketing; el autoservicio, el self-service; el escalafón, el ranking y el representante, el manager. Los importantes son vips, los auriculares walkman, los puestos de venta stands, los ejecutivos yuppies; las niñeras baby-sitters, y hasta nannies, cuando el hablante moderno es, además, un pijo irredento. En la oficina, el jefe esta siempre en meetings o brain storms ¡casi siempre con la public-relations, mientras la assistant envía mailings y organiza trainings; luego se irá al gimnasio a hacer gim-jazz, y se encontrará con todas las de la jet, que vienen de hacerse liftings, y con alguna top-model amante del yogurt light y el body-fitness. El arcaico aperitivo ha dado paso a los cocktails, donde se jartan a bitter y a roast-beef que, aunque parezca lo mismo, engorda mucho menos que la carne. Ustedes, sin ir más lejos trabajan en un magazine, no en un programa. En la tele, cuando el presentador dice varias veces la palabra O.K. y baila como un trompo por el escenario la cosa se llama show, bien distinto,como saben ustedes, del anticuado espectáculo; si el show es heavy es que contiene carnaza y si es reality parece el difunto diario El Caso, pero en moderno. Entre medias, por supuesto, ya no ponen anuncios, sino spots que, aparte de ser mejores, te permiten hacer zapping. Estas cosas enriquecen mucho. Para ser ricos del todo, y quitarnos el complejo tercermundista que tuvimos en otros tiempos, sólo nos queda decir con acento americano la única palabra que el español ha exportado al mundo: la palabra "SIESTA."

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