Después de disfrutar de las subidas, las bajadas, los olores, las luces del amanecer, la parada para reponer fuerzas, de las fuentes, de la conversación con los compañeros de camino -además en estricto sentido etimológico "cum pane"- , a uno le alegra saber que la logística funciona y que Fernando está allí para, después de unas horas, llevarnos de vuelta a casa en coche. Algún día habrá que quedarse todo el día y volver caminando como antaño, pero no este año. Allí disfrutamos también de los comentarios de Domingo del Rebol.lal, del que traigo al recuerdo una cita: “Tocar un vals, una jota o un pasodoble, o cualquier cosa así, o una rumba, no es lo mismu como tocar la danza, porque usted tiene que saber tocar la música de la danza y tiene que saber todos los enrames que danzan los danzantes, porque si no sabe los enrames, los cambios todus, pues entos sigui, sigui o nunca se acaba la danza o se pierden tous, porque se pierde unu y hay que darle señas que vuelva a su sitio, volver a empezar o traerlos a mandamiento, porque tienen que empezar con un enrame y terminar por el último.” (Domingo González Cerredo. 70 años. El Rebollar, Degaña, 13 de julio de 2001). Domingo, del que en San L.luis en 1995 habían dicho: "Gracias al tamboritero / Domingo de Rebol.lal /que estudió en su juventud /música tradicional,/ sin su dirección la danza/no se puede celebrar." El mismo que nos refería cómo tocó para la danza de Peranzanes y para la de Chano...
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