Francisco Rodríguez "Filipón" de la Viliel.la. El Pueblu d'Asturias editóy un CD. ("Fontes Sonores de la Música Tradicional Asturiana"). La semeya ia del tsibru de J. Sánchez-Andrade "La percusión en la música tradicional asturiana" editáu pola Red de Museos etnográficos d'Asturias.
- "Semblanza de Francisco" En el Tous pa Tous.
1 comentario:
Pepe RODRÍGUEZ . LNE. Domingo 24 de agosto de 2008
Un emotivo acto cultural en Cangas del Narcea : Filipón, legado y leyenda
Larón y La Viliella rinden homenaje al tamboriteiro y recopilan su obra con el Museo del Pueblo de Asturias
Los pueblos de Larón y La Viliella fueron escenario de un sentido homenaje al tamboriterio Francisco Rodríguez García, «Filipón», fallecido hace ya 18 años, que sirvió también para poner de manifiesto la importancia en la cultura asturiana de la tradición tamboriteira y xipleira del suroccidente. Tradición que pervivió gracias a figuras como la de Filipón, quién fue el más importante representante de ellas y de su legado en todo el siglo XX. Se trata de un músico fundamental que se ha convertido en una figura de leyenda, tal y como lo calificó el responsable del archivo de música tradicional del Museo del Pueblo de Asturias, Fernando Ornosa.
La organización del acto corrió a cuenta de los vecinos de ambos pueblos y se les sumó, a continuación, el Museo del Pueblo de Asturias que, para la ocasión, ha editado un disco enteramente dedicado a Filipón dentro de su colección «Fuentes sonoras de la música tradicional asturiana», siendo el título del disco «Francisco el tamboriteiro». El trabajo es una recopilación de grabaciones a pie de escenario que, si bien técnicamente no alcanza un gran nivel, a escala documental se trata de una recopilación única y absolutamente obligatoria para todos los amantes de las raíces musicales asturianas. Entre los veintes temas recogidos se encuentra la «Danza de palos», de dieciocho minutos y medio y que fue protagonista en el homenaje.
El grupo «La Danza de los Palos» de Trabao fue la encargada de hacer la danza corrida de un pueblo a otro con sus doce danzantes y la figura de «La Frasca», que es la encargada de velar por la buena marcha del baile, impidiendo que los espectadores estorben o recogiendo sombreros que se caigan de los danzantes, por ejemplo.
María García, de casa Barreiro, una de las organizadoras, cree que era un buen momento para hacer algo así «porque hacía ya más de quince años que no se veía una danza de palos aquí en Larón y no podíamos permitir que algo así se perdiera. Básicamente lo hacemos como algo casi personal, de orgullo por lo nuestro, aunque siempre está bien dar vida al pueblo y que las tradiciones no se pierdan».
Por su parte, Fernando Ornosa quiso elogiar la figura de Filipón glosando sus andanzas: «Era una persona que amaba lo que hacía, era un conocedor increíble de toda la cultura asturiana y, además, era un gran transmisor. Se puede apreciar su generosidad en el hecho de que contó todos su conocimientos a quien quiso oírle y gracias a él conocemos muchas cosas de la zona que podrían haber quedado relegadas y condenadas a la desaparición. Hubo otros, pero el fue quién gozó del mayor prestigio».
El músico, cuyo dominio de los instrumentos como el tambor y la xipla está perfectamente documentado, ejerció su trabajo y su arte por más de 50 años y fue muy popular en los concejos de Cangas del Narcea, Degaña e Ibias. Pero también lo fue por toda la parte norte de la provincia de León, por donde dejo una huella indeleble y por donde dejó constancia de la riqueza de la tradición musical asturiana.
La danza de los palos ha pasado por momentos en los que se temió por su futuro, pero eso ha cambiado desde la creación, por parte de una serie de enamorados de sus costumbres, de la compañía «La Danza de los Palos» de Trabao afincada en dicho pueblo degañés.
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