Agosto 2010 208, première mise en ligne par milio i sebastian.
He aquí un pacífico ejemplar de anfibio nocturno que señorea en nuestro huerto alimentándose de todo tipo de insectos. ¿Quién no ha oído y se mantiene en la errónea creencia que escupen veneno o que envenenan el agua donde viven? ¿a quién -la princesa incluida- no le inspira repulsión su apariencia?. Ciertos animales provocan atávicas reacciones viscerales en nosotros; con ellas viajan las leyendas, los saberes aproximados, los relatos que colorean nuestro paso por esta tierra. Ciencia y mito, dos caras de la moneda usada por la humanidad, ambas interesantes por razones diferentes.
Disfrutemos de su presencia mientras aún podemos, porque los anfibios están desapareciendo más rápidamente que otros animales.
ResponderEliminar